domingo 08/04/2018
Con vista al cerro Chapelco: un jardín en armonía con el paisaje
Una orientación óptima, una vista privilegiada y un millón de posibilidades para convertir un terreno en el lugar perfecto para desplegar todo el amor por las plantas de la dueña de casa.
Cuando Daniela Rayneli llegó al lugar, priorizó la orientación norte y la vista franca al cerro Chapelco. Los Pinus ponderosa y los distintos niveles predominaban en el predio. El jardín surgió como una solución a la implantación de la casa en relación con los desniveles del terreno. Para evitar el descenso a través de una gran escalera, se realizó un aterrazamiento circular, dos escalones por debajo del deck de la planta baja de la casa. Esta meseta, a su vez, se superpuso con otra meseta circular más baja, y esta, a su vez, se montó sobre otro semicírculo que rodea la casa sobre la cara oeste. La tierra de relleno se obtuvo con la creación de dos lagunas, una en el extremo más bajo del jardín y otra donde estuvo antiguamente el palero de un aserradero que había en el lugar.
Desde el eje principal, se proyectó el círculo en forma de trama radial para diseñar el rosedal, que se extiende frente a la casa y la acompaña de punta a punta.
La elección de las plantas se basó en la necesidad de Daniela de “traer” la ladera de enfrente a su casa, de unir visualmente con el entorno. Con el asesoramiento del Vivero Raulí, se plantó un bosque de coihues, lengas y ñires en el frente y raulíes y robles pellín en el fondo.
En el año 2002 compraron el terreno contiguo. Ahí armaron la casita de huéspedes y la pileta. Se siguió con la misma línea de diseño: la pileta está contenida por un deck y por una gran terraza circular, y esta se montó sobre otra loma circular donde desborda el espejo de agua.
Para tener en cuenta
Respetar el entorno, entender el paisaje y cuidarlo.
Poner en valor las especies más añosas o las de forma escultural.
Aciertos
El movimiento de suelos para suavizar desniveles alrededor de la casa.
La extracción de los pinos ponderosa que invadían el lugar.
Plantar especies nobles, resistentes y en su mayoría a prueba de liebres y conejos.
La elección de varios árboles nativos, que imitan el bosque natural del lugar.
Idear espejos de agua para utilizar la tierra en las terrazas alrededor de la casa.
Fuente: la nacion