martes 25/09/2012

El turismo como terapia

El Turismo Salud es una actividad que aprovecha las diferentes fuentes naturales termo-minero-medicinales y sus derivados –como agua o algas- con la posibilidad de combinarlos con el sol y el clima; a través de diversas técnicas de aplicación al ritmo, intensidad, duración y frecuencias establecidas por un médico; con fines curativos, preventivos y de rehabilitación en pos de mejorar la calidad de vida del turista.
Ya nuestros antepasados comenzaron a disfrutar de su tiempo libre y el de trasladarse a otros sitios distintos al de su residencia habitual, a fin de gozar de las bondades de otros climas o, simplemente, otros placeres que no existían en sus lugares de origen. Dentro de estos placeres, podemos incluir la búsqueda de un mejor estado de salud.
Visitar y gozar de aquellos lugares recomendados para realizar tratamientos mejoradores y preventivos de la salud puede haber sido entonces el primer motivo para viajar y pernoctar en otro lugar.

Centros termales y salud
A nivel nacional, dentro del Turismo Salud, se encuentra la opción de realizar Turismo Termal, que es apto tanto para personas sanas que necesitan relax, como para quienes presentan problemas respiratorios, enfermedades de la piel, trastornos del aparato locomotor, circulatorio, digestivo y tratamientos estéticos. Los baños termales desde hace algunos años están reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un método válido para el tratamiento de diversas afecciones.

Uno de los más importantes centros del Turismo Termal del país se ubica en Entre Ríos, puntualmente en la ciudad de Federación. En esta región se constituye el primer pozo de aguas termales de la Mesopotamia. Inauguradas en el verano de 1997, se ubica a pocas cuadras del centro urbano, en torno a un complejo termal. Además de exhibirse como un oasis de relax, se muestra como un pulmón verde cuyas hectáreas forestadas y parquizadas han logrado una densidad de uso calculada en alrededor de 2 mil personas por día.
El complejo cuenta con espacios diferenciados y orientados al disfrute placentero de visitantes con diversas necesidades y preferencias, presentando servicios y comodidades propios para cada uno de estos arquetipos.

Otro de los centros termales destacados a nivel nacional se encuentra en Los Molles, en la provincia de Mendoza, a 50 kilómetros del centro urbano de Malargüe exhibiendo sus cualidades bondadosas para la salud y exterminantes para el estrés. En plena cordillera de Los Andes, esta localidad ofrece aguas de elevada concentración salina aconsejadas para paliar dolencias artríticas, respiratorias; eczemas; raquitismo; afecciones hepáticas y ginecológicas. Mientras que sus fangos son muy ricos en sales y están indicados para fomentos locales en zonas inflamadas. En la zona, también hay otros dos espacios termales: Termas del Azufre, un predio con piletas al aire libre enclavado en la cordillera y Termas de Cajón Grande, un ambiente con cinco piletas descubiertas situado en el camino a Chile.